Una organización determina sus aspectos y los impactos ambientales asociados, y determina los que son significativos y que por lo tanto necesitan abordarse en su sistema de administración ambiental.
Los cambios en el medio ambiente ya sean adversos o beneficiosos, que son el resultado total o parcial de los aspectos ambientales, se denominan impactos ambientales. Los impactos ambientales pueden ocurrir a escala local, regional y global, y también pueden ser de naturaleza directa, indirecta o acumulativa.
La relación entre los aspectos y los impactos ambientales es una relación de causa-efecto. Cuando se determinan los aspectos ambientales, la organización considera una perspectiva de ciclo de vida.
Esto no significa que se requiera un análisis de ciclo de vida detallado. Es suficiente reflexionar cuidadosamente acerca de las etapas del ciclo de vida que pueden estar bajo el control o influencia de la organización.
Las etapas típicas del ciclo de vida de un producto o servicio incluyen la adquisición de las materias primas, el diseño, la producción, el transporte/entrega, el uso, el tratamiento al finalizar la vida y la disposición final.
Las etapas del ciclo de vida que sean aplicables variarán dependiendo de la actividad, producto o servicio. Una organización necesita determinar los aspectos ambientales que están dentro del alcance de su sistema de administración ambiental.
Tiene en cuenta los elementos de entrada y de salida (tanto previstos e imprevistos) que están asociados con sus actividades, productos y servicios pertinentes actuales y pasados; desarrollos nuevos o planeados; y actividades, productos y servicios nuevos o modificados.
El método utilizado debiera considerar las condiciones de operación normales y anormales, las condiciones de parada y arranque, al igual que las situaciones de emergencia razonablemente previsibles. Se debiera prestar atención a situaciones de emergencia ocurridas anteriormente.
Para información sobre aspectos ambientales como parte de la administración del cambio. Una organización no tiene que considerar individualmente cada producto, componente o materia prima para determinar y evaluar sus aspectos ambientales; puede agrupar o clasificar las actividades, productos o servicio que tengan características comunes; Cuando determina sus aspectos ambientales, la organización puede considerar:
- las emisiones al aire;
- los vertidos al agua;
- las descargas al suelo;
- el uso de materias primas y recursos naturales;
- el uso de energía;
- la energía emitida (por ejemplo, calor, radiación, vibración (ruido) y luz);
- la generación de residuos y/o subproductos;
- el uso del espacio.
Además de los aspectos ambientales que una organización puede controlar directamente, la organización determina si hay aspectos ambientales en los que puede influir. Estos pueden estar relacionados con los productos y servicios usados por la organización y que son suministrados por otros, al igual que con los productos y servicios que suministra a otros, incluidos los asociados con los procesos contratados externamente.
Con respecto a los productos y servicios que la organización proporciona a otros. Puede tener influencia limitada sobre el uso y tratamiento al finalizar la vida de los productos y servicios. Sin embargo, en todas las circunstancias es la organización la que determina el grado de control que está en capacidad de ejercer, los aspectos ambientales en los que puede influir y la medida en que decide ejercer tal influencia.
Se debieran considerar los aspectos ambientales relacionados con las actividades, productos y servicios de la organización, tales como:
- El diseño y desarrollo de sus instalaciones, procesos, productos y servicios; — la adquisición de materias primas, incluyendo la extracción;
- Los procesos operacionales o de fabricación, incluido el almacenamiento;
- La operación y mantenimiento de las instalaciones, los activos e infraestructura de la organización;
- El desempeño ambiental y las prácticas de los proveedores externos;
- El transporte de productos y la prestación de servicios, incluido el envase/empaque;
- El almacenamiento, uso y tratamiento al finalizar la vida útil de los productos;
- La administración de residuos, incluida la reutilización, el reacondicionamiento, el reciclaje y la disposición final.
No hay un método único para determinar los aspectos ambientales significativos. Sin embargo, el método y los criterios que se usen debieran arrojar resultados coherentes.
La organización establece los criterios para determinar sus aspectos ambientales significativos. Los criterios ambientales son los criterios fundamentales y mínimos para evaluar los aspectos ambientales. Los criterios se pueden relacionar con el aspecto ambiental (por ejemplo, tipo, tamaño, frecuencia) o el impacto ambiental (por ejemplo, magnitud, severidad, duración, exposición), pero también se pueden usar otros criterios.
Un aspecto ambiental podría no ser significativo cuando se consideran solamente los criterios ambientales. Sin embargo, cuando se consideran otros criterios puede alcanzar o superar el límite para determinar la importancia. Estos otros criterios pueden incluir factores organizacionales tales como los requerimientos legales o las preocupaciones de las partes interesadas, y no están previstos para disminuir la significancia de algún aspecto que sea significativo con base en su impacto ambiental.
Un aspecto ambiental significativo puede dar como resultado uno o más impactos ambientales significativos y por tanto generar riesgos y oportunidades que necesitan abordarse para asegurar que la organización puede lograr los resultados previstos de su sistema de administración ambiental.