Las últimas décadas se han caracterizado por distintos impactos climáticos, la aceleración de la pérdida de biodiversidad, residuos plásticos en los océanos, acaparamiento de tierras por la fuerza e inestabilidad política. Nos espera una nueva era, pero debemos reconocer los impactos de nuestras decisiones y acciones para afrontar el futuro con resolución antes de que sea demasiado tarde. En 2015, las Naciones Unidas definieron la Agenda Mundial 2030 con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como punto central, a fin de abordar algunas de las cuestiones más acuciantes que afronta nuestro planeta. Así, se estableció un propósito colectivo dirigido a un futuro de paz y prosperidad para el mundo. Más que un objetivo común, atiende a una llamada urgente para que la humanidad participe en una colaboración mundial por la sostenibilidad, la clave que desbloqueará nuestro futuro.